Durante los meses de diciembre y enero debido a las bajas temperaturas, la reducción de las horas de luz y las heladas matinales, y a pesar de su adaptación natural, los cultivos extensivos sufren un fuerte estrés que detiene su crecimiento y desarrollo. Algunos cultivos como el guisante, la haba o determinadas especies de cereal son más propensos a ser afectados por este hecho.

Para contrarrestar el factor limitante que supone la continua presencia de bajas temperaturas en dichos cultivos de invierno, se han venido utilizando tradicionalmente métodos como el aporcado, el retraso en la fecha de siembra o el uso de variedades y especies genéticamente más adaptadas a estas condiciones. Dependiendo de la zona, este frío periodo puede extenderse desde mediados del mes de noviembre hasta febrero, aunque depende de muchos factores externos. Actualmente, existen en el mercado productos bioestimulantes que ayudan a los cultivos aportando ese empuje extra para que su ciclo continúe sin apenas alteración a pesar de las temperaturas y el clima.

Más a más, debido a la carencia de lluvias tras la siembra en la campaña de cereal en la que nos encontramos, ha supuesto que todos los cultivos de invierno hayan sufrido un estrés adicional durante el periodo de la nascencia, alcanzando niveles germinativos mucho más escasos y de menor calidad que en años anteriores. Este retraso en su crecimiento supone una alteración adicional en el ciclo de su normal desarrollo. Todos estos condicionantes se pueden traducir en una reducción de la producción, ya que, al estar debilitados, no alcanzan su máximo desarrollo foliar y radicular, pudiendo perder la capacidad para tener una floración y cuajado normal. Además, en ocasiones se puede llegar a producir una mayor exposición a la aparición de enfermedades debido a dicha debilidad.

Dentro de la gama de productos Olmix, AlgoMel Push es un bioestimulante formulado para su uso en cultivos extensivos que está compuesto por un extracto de algas marinas y manganeso. Aplicado justo después de la parada invernal, cuando los días comienzan a alargarse, ayuda a los cultivos a salir de este letargo, acelerando su crecimiento, estimulando el desarrollo radicular y aumentando la capacidad de absorción de los nutrientes del suelo, lo que se traduce en un incremento final de la producción y la calidad. Gracias a la composición del extracto de algas marinas, se logra incorporar vía foliar a través de los estomas tanto aminoácidos y fitohormonas, como una alta gama de nutrientes, polisacáridos de cadena corta, vitaminas y pigmentos, que en su conjunto ayudan a los cultivos a superar períodos de estrés durante momentos clave de su fisiología como puede ser el enraizado, el crecimiento o la inducción floral. Además, la presencia de manganeso (incorporado en forma de sulfato de manganeso) ayuda a los cultivos a acumular energía estimulando la fotosíntesis, con lo que se incrementa el crecimiento y el desarrollo inicial. Este elemento permite igualmente una detoxificación más rápida de los herbicidas que igualmente se aplican en este periodo, por lo que el momento de estrés del cultivo queda doblemente. Este efecto supone una mayor competencia del cultivo tratado sobre la mala hierba de manera que no se permite brotar a tanta cantidad de dicha flora arvense, controlando a la larga su desarrollo sobre la parcela.

Como resultado se obtienen plantas más sanas y fuertes sin comprometer la calidad.

JOSE ANGEL MACHO BARRAGUES                           GUILLERMO CATALÁN SALAS

Regional Manager Olmix ibérica                                     Nutrición y Salud Vegetal Agropal S.L.